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 La luna, como cada noche,
 La luna, como cada noche,Pendientes realizados con arcilla polimérica de varios colores, bolitas de abalorios y enganches plateados. Unos pendietes creados con los restos de abalorios que la luna olvida en su huída...
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!
 Había una vez una brujita muy guapa y buena que se llamaba Flor. Vivía en una preciosa casita pintada con los colores del arco iris.
Había una vez una brujita muy guapa y buena que se llamaba Flor. Vivía en una preciosa casita pintada con los colores del arco iris.  Las madres y los padres cuando vieron a sus hijos - gusanos se pusieron a llorar y a preguntarse la razón por la que sus preciosos retoños eran ahora vulgares orugas, hasta que un niño que no había podido jugar porque estaba en silla de ruedas, les contó lo que había pasado.
Las madres y los padres cuando vieron a sus hijos - gusanos se pusieron a llorar y a preguntarse la razón por la que sus preciosos retoños eran ahora vulgares orugas, hasta que un niño que no había podido jugar porque estaba en silla de ruedas, les contó lo que había pasado.
Entonces los padres decidieron arreglar el jardín de la brujita Flor cuando ella no estuviera y todos llevaron macetas y plantas para reponer el daño que sus hijos habían causado.
Cuando Flor regresó se llevó una grata sorpresa al ver como alguien había repuesto todas las plantas dañadas y le preguntó a su bola de cristal:
- Bolita mía, ¿quién ha plantado estas preciosas flores? - Las madres y los padres de los niños que tú has convertido en gusanos, y con sus lágrimas han regado tu jardín. - Respondió la bola de cristal.
Flor convirtió a los gusanitos en niños, pidió perdón por haberse enfadado tanto y anunció a todos que daría una gran fiesta.
La fiesta duró toda la noche y a ella acudieron padres, madres, niños, niñas, animalitos del bosque, brujitas, hadas y duendes.
Y tú no fuiste porque no quisiste.
(Texto: Araceli Míguez Salas)
(Fotos: VK)
Broche brujita de fieltro de colores verde, negro y pelo naranja, adornada con lentejuelas y abalorios para lucir más coqueta. Una brujita tan linda como una flor.

 
  
  sopla esta página un rato
sopla esta página un rato Aquí están de nuevo la cebra Zena y a la jirafa Rafa. Dos figuras de apróximadamente 30 cm de alto, realizadas en porcelana fría cuyos cuerpos son dos marcos de resina. Un trabajo que resultó difícil y laborioso pero que mereció la pena. ¿A que hacen buena pareja?.
 Aquí están de nuevo la cebra Zena y a la jirafa Rafa. Dos figuras de apróximadamente 30 cm de alto, realizadas en porcelana fría cuyos cuerpos son dos marcos de resina. Un trabajo que resultó difícil y laborioso pero que mereció la pena. ¿A que hacen buena pareja?.
 ¡En la calurosa sabana africana vivía Zena, una cebra muy presumida que no hacía otra cosa que contarse las rayas al sol: Un, dos, tres, cuatro, cinco… contaba Zena sus rayas una y otra vez: seis, siete, ocho, nueve, diez.
¡En la calurosa sabana africana vivía Zena, una cebra muy presumida que no hacía otra cosa que contarse las rayas al sol: Un, dos, tres, cuatro, cinco… contaba Zena sus rayas una y otra vez: seis, siete, ocho, nueve, diez. -¿Has sido tú el que me has quitado mis rayas? –preguntó Zena a Bom el hipopótamo.
-¿Has sido tú el que me has quitado mis rayas? –preguntó Zena a Bom el hipopótamo. -¿Me has robado tú mis preciosas rayas? – le dijo Zena a un animal con largo cuello y cabeza de árbol.
-¿Me has robado tú mis preciosas rayas? – le dijo Zena a un animal con largo cuello y cabeza de árbol. ¿Tienes tú mis rayas? – le dijo Zena a un animal muy feliz que tenía el cuerpo repleto de manchas.
¿Tienes tú mis rayas? – le dijo Zena a un animal muy feliz que tenía el cuerpo repleto de manchas. Dos árboles más adelante observó como Chito el guepardo descansaba tumbado en las ramas tras su última carrera.
Dos árboles más adelante observó como Chito el guepardo descansaba tumbado en las ramas tras su última carrera. Continuó su camino en busca de sus rayas extraviadas cuando le pareció divisar una de ellas tirada en el suelo. Pero al llegar a ella la raya negra se alejó arrastrándose mientras dibujaba divertidas eses en el suelo. No era una de sus rayas, ¡era Mamba la serpiente! Entonces Zena se alegró de que no fuera ella la que le había robado sus rayas.
Continuó su camino en busca de sus rayas extraviadas cuando le pareció divisar una de ellas tirada en el suelo. Pero al llegar a ella la raya negra se alejó arrastrándose mientras dibujaba divertidas eses en el suelo. No era una de sus rayas, ¡era Mamba la serpiente! Entonces Zena se alegró de que no fuera ella la que le había robado sus rayas. Zena estaba cansada de buscar sin encontrar sus rayas cuando se topó con Bongo el elefante.
Zena estaba cansada de buscar sin encontrar sus rayas cuando se topó con Bongo el elefante. Entonces Bongo abrazó a Zena con su enorme trompa y la subió sobre su lomo.
Entonces Bongo abrazó a Zena con su enorme trompa y la subió sobre su lomo. Zena la miró de arriba abajo y la verdad, ¡es que sus rayas le quedaban fenomenal!
 Zena la miró de arriba abajo y la verdad, ¡es que sus rayas le quedaban fenomenal! La jirafa Rafaela
 La jirafa Rafaela Creyó que un enorme pino
 Creyó que un enorme pino
 Que la serpiente Consuelo
Que la serpiente Consuelo Que un avestruz con sombrero
Que un avestruz con sombrero Y que era Alejo el Cangrejo
Y que era Alejo el Cangrejo 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
